El defensor de Stalingrado presente en la firma de la rendición de Alemania

ALEKSANDR GUEORGUI KONSTANTINOVICH ZHUKOV (Strelkovka, Rusia, 1896 – 1974)

Para los rusos, pronunciar su nombre era un motivo de orgullo, porque Zhukov fue el artífice de las más fabulosas victorias soviéticas en la Segunda Guerra Mundial (las defensas de Moscú y Stalingrado o la batalla de Kursk). De origen humilde, tuvo que luchar muy duro desde niño. Fue un general de detallada planificación, ruda disciplina y rigor, y representó como ningún otro la resistencia, la inteligencia y el orgullo del pueblo ruso. Entre sus admiradores se encontraba al héroe estadounidense y posterior Presidente de su país Dwight Eisenhower. Zhukov fue el primer comandante que llegó a Berlín y ante su presencia el se firmó el acta de rendición de Alemania.

No es extraño, pues (¿o quizás sí?) que Aleksandr Zhukov presidiera en 1945 el desfile de la victoria en la plaza Roja de Moscú. Y eso que se salvó de una depuración estalinista en 1941 a causa de sus críticas hacia el Padre de la revolución Rusa cuando Alemania invadió la Unión Soviética. Ante la talla militar de este mariscal de campo, no es aventurado afirmar que si Napoleón fracasó en su intento de invadir Rusia por culpa del General Invierno, Hitler hizo lo propio por culpa del General Zhukov.

FICHA TÉCNICA

NOMBRE	Гео́ргий Константи́нович Жу́ков (ruso)
CARGO	Mariscal de campo soviético
VIVIÓ ENTRE	1896 y 1976
LE DEBE SU FAMA A…	La defensa que hizo en Stalingrado y Moscú.
DEFINICIÓN COMO GENERAL	Brillante y recurrente
BATALLAS MÁS FAMOSAS	· Khalkhin Gol (1939) · Moscú (1941) · Stalingrado (1942) · Kursk (1943) ·Operación Bagration (1945)

PRIMERA ESTRATEGIA DE ÉXITO: LA BATALLA DE KHALKHIN GOL (1939)

Uno de sus primeros destinos fue Manchuria, donde tuvo que hacer frente al hostigamiento del Ejército japonés de Guangdong. Lo que era una escaramuza fronteriza se convirtió en un enfrentamiento en toda regla, ya que los japoneses invirtieron medios y personal en la defensa de sus fronteras. Así, opusieron al Ejército Soviético Mongol que dirigía Zhukov 80.000 soldados, 180 carros de combate y 450 aviones.

Sin embargo, la astucia de Zhukov llevó a la victoria a sus tropas. Ordenó lo que parecía un ataque convencional frontal. Sin embargo, el ruso había retenido a dos brigadas de tanques que mandó avanzar alrededor de ambos flancos de la batalla. Apoyado por la artillería motorizada y la infantería, los dos grupos rodearon al VI Ejército japonés y capturaron sus bases de suministro. En pocos días, las tropas niponas fueron derrotadas.

Esa acción bélica le valió el título de héroe de la Unión Soviética.

LA GRAN GUERRA PATRIÓTICA (1941-43)

Defensa de Leningrado. Pronto, Zhukov se incorporó al Ejército Ruso que se defendía de la invasión alemana de su territorio, lo que en la Unión Soviética se ha venido a denominar la Gran Guerra Patriótica. Sin embargo, su sinceridad le pudo haber jugado una mala pasada, ya que vertió sus críticas contra Stalin, al que responsabilizó de una invasión que podía haber evitado. Sin embargo, el líder de la URSS no lo depuró, como era su costumbre, sino que le envió a organizar la defensa de Leninigrado del ataque nazi, lo que consiguió con total éxito en 1941.

Defensa de Moscú. Su siguiente misión fue la dirección de la defensa de Moscú ante la amenaza que se cernía sobre la ciudad, debido al avance de las tropas alemanas. Además, desarrolló cometido complejo, como fue el trasvase de las tropas desde el Lejano Este hasta la capital. Estos Ejércitos llegaron a tiempo para lanzar una contraofensiva contra los alemanes. Esta operación, puramente logística, tuvo su complejidad debido a la dificultad que entrañaba.

Defensa de Stalingrado. En 1942 fue ascendido a comandante y se hizo cargo de la defensa de Stalingrado. Junto con su colega, el mariscal Aleksandr Vasilevski, organizó la captura del VI Ejército alemán, una operación que costó casi un millón de muertos. Aunque posteriormente reivindicaría el mérito por la victoria en esta batalla, lo cierto es que Zhukov se dedicó a lanzar infructuosos ataques contra las tropas alemanas que le costaron considerables bajas (denominadas batallas de Rzev) mientras que Vasilievski diseñó la operación Urano y la ejecutó a la percepción, ya que logró rechazar al enemigo. Esta acción vanidosa le valió a Zhukov una reprimenda de Stalin por conducta inapropiada.

Batalla de Kursk. La victoria en Stalingrado permitió a los soviéticos pasar a la ofensiva. El primer ejemplo de esta nueva estratégica fue esta batalla, donde jugaron un papel decisivo los carros de combate. El triunfo de Zhukov en este sangriento enfrentamiento, que costó muchas vidas a ambos bandos, significó el inicio del avance soviético, que no menguaría hasta la toma de Berlín

OPERACIÓN BAGRATION Y RENDICIÓN DE ALEMANIA

Con la ejecución de la operación Bragration, los soviéticos fueron los primeros en liberar Berlín y lograr la rendición formal de una agotada Alemania. Sin embargo, la ocupación de una ciudad desgastada por la guerra se complicó en exceso. Primero, por la valiente defensa que hicieron de la ciudad las pocas tropas alemanas que quedaron en pie en la población de Seelow, cercana a Berlín; y luego, en la propia capital, donde los soviéticos tuvieron que luchar casa por casa para conseguir la rendición total. Finalmente el mariscal Keitel firmó el acta de rendición de las tropas alemanas ante su homólogo del Ejército Rojo Zhukov. Un hecho que tuvo una gran importancia estratégica en el futuro.

¿UN PLAN DE ATAQUE ANTERIOR A LA INVASIÓN?

Varios autores contemporáneos defienden que Aleksandr K. Zhukov diseñó un plan de ataque preventivo contra Alemania, que si se hubiera desarrollado la Segunda Guerra Mundial hubiera tenido otro desarrollo muy diferente. El plan sugería un bloqueo de la ofensiva alemana y un rápido contraataque.

El historiador ruso V.V. Karpov tuvo acceso a los archivos secretos del Gobierno, donde consultó un documento en el que desarrollaba un plan de ataque por sorpresa contra el enemigo alemán. Este documento no estaba firmado, por lo que su autoría no estaba clara. El propio Karpov atribuyó este plan al héroe nacional Zhukov.

Sin embargo, la otra duda que plantea este documento es que si Stalin llegó a conocer su existencia. El historiador Richard Ovey afirma que sí, pero que lo rechazó al no verlo viable. Por su parte, otros autores defienden que un militar de la posición de Zhukov en 1941 no podía presentar un plan de este tipo, ya que se arriesgaría a una dura sanción.